“Lo siento, pero es mejor que vayas buscando otro trabajo” esa fue la frase de uno de nuestros jefes a inicios del mes de diciembre de 2005, hace 10 años. En aquel entonces, el rumor que corría en los pasillos de Telefónica, consistía que a fines de diciembre de dicho año se ejecutaría el despido masivo de los trabajadores que laboraban bajo la condición de supuestos cooperativistas.

El rumor pasó a convertirse en casi un hecho, cuando habrían aparecido unos documentos que involucraban a los trabajadores cooperativistas. En ellos se establecían los criterios para seleccionar a los pocos pasarían a Telefónica, también se señalaban cuáles eran las contingencias laborales de continuar con esta modalidad de trabajo.

Para ese momento, un grupo de trabajadores cooperativistas, indignados por la situación que vivían en Telefónica, ya se venían organizando, sabían muy bien que deberían ser considerados como trabajadores de la planilla de Telefónica y no como trabajadores de una cooperativa. Y para lograr ello, tendrían que demostrarlo ante un juez, y una prueba crucial en ese entonces, era una inspección laboral del Ministerio de Trabajo (MTPE) en la que se verifiquen que estos trabajadores realizaban la misma labor que trabajadores de la planilla de Telefónica, que además, utilizaban los mismos equipos para realizar sus funciones, y que recibían órdenes directas de un supervisor de Telefónica.

Conocíamos de una experiencia en el año 2003, puesto que algunos compañeros, que se encontraban en ese entonces con contrato a plazo y en planilla de Telefónica, lograron que el MTPE les haga una inspección laboral. Pero, conseguir una inspección laboral en el MTPE era imposible cuando el trabajador estaba registrado en una cooperativa, y la inspección no era para la cooperativa, sino para la empresa usuaria, en este caso Telefónica. Por eso se decidió solicitar una “prueba anticipada”, es decir, que el Poder Judicial exija al Ministerio de Trabajo realizar una inspección laboral para que verificara los hechos necesarios para demandar a Telefónica nuestra incorporación a su planilla.

A inicios del mes de diciembre del año 2005, llegó al MTPE la solicitud del Poder Judicial, en la que los instaban a ejecutar la inspección laboral. Al visitar dicho organismo, para que programen la visita inspectiva, nos dieron la noticia que no era posible ejecutarse en diciembre, sino en enero. De nada serviría hacerla en enero, ya no estaríamos trabajando, y no se podría verificar nada.

A pesar de las exigencias, nos indicaron que estaban cargados de trabajo y procederían a realizar la inspección en el mes enero del 2006. Frustrados de lo injusto que puede ser el propio estado con los que exigimos justicia, solo se nos ocurrió llamar por teléfono a la persona que desinteresadamente se venía preocupando para que los trabajadores que proveníamos de las cooperativas tengamos los mismos derechos: 

“Alo… Wielsa, te llamaba para agradecerte por todo, pero ya no se puede hacer nada. El Ministerio no quiere hacer la inspección, la han programado para el próximo año, quería que lo sepas, es una mierda todo esto”

Su respuesta, ante la llamada, cambio todo, nos llenó de energía, nos motivó, y eso era lo que necesitábamos en ese momento: 

“Saca la inspección como sea, dalo todo, ¿qué tienes que perder?” 

Al colgar el teléfono, regresamos a aquella sub dirección del MTPE, y no salimos hasta que nos programaran fecha en el mismo mes de diciembre, concretándose la inspección el 22 de diciembre del 2005, hace 10 años.

Esa fue la primera inspección solicitada por trabajadores que nos encontrábamos en la condición de cooperativas. En ella que se comprobó lo que solicitábamos. Esta inspección no estaba en los planes de Telefónica, y por ello a la empresa no le quedó otra que trasladarnos a planilla de las diferentes filiales que existían en ese entonces. 

En aquel momento tenía tan solo 22 años de edad, han pasado 10 años exactamente, y lo recuerdo como si fuera ayer. Hoy casi todos los que provenimos de cooperativa y hemos pasado las peripecias de la tercerización y las leyes fujimoristas, ya estamos en la planilla de Telefónica del Perú, solo faltan algunos que judicialmente regresarán.

Durante estos 10 años hemos pasados distintas experiencias, todas ellas nos han fortalecido como personas y como colectivo. No quería dejar que pase esta fecha, sin conmemorarla, sin dejar escrito en líneas que para conseguir algo, no basta quererlo, sino luchar por ello, sin dejar de agradecer a todos los que nos apoyaron en ese momento, a los 17 compañeros que decidieron hacer la inspección, y como no, a Wielsa Diaz Aparicio, quien siempre estuvo con nosotros. 

Tal como lo dijo Voltaire a través de Panglos en Candido el Ingenuo: “Todos los sucesos están encadenados en el mejor de los mundos posibles” Y lo que sucedió hace 10 años está encadenado a que continuemos bregando por nosotros y por los que se encuentran en una posición más vulnerable. Y ahora ya no somos tan solo 17, ahora somos más.