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El valor de un ferrito

A propósito de lo que ocurre en la universidad San Marcos

Publicado: 2017-04-02

No es necesario haber estudiado en San Marcos para solidarizarse con los reclamos de los estudiantes y trabajadores de esa casa de estudios. Miles de personas que no han culminado una carrera universitaria o que quizá nunca pisaron la universidad conocen el valor de 10 céntimos ( conocido también como un ferrito), 20 céntimos o la famosa chinita ( 50 céntimos).

En la época cuando era chibolo, con mis amigos del barrio y del colegio, íbamos a entrenar fútbol o íbamos a la playa en mancha, el valor de un ferrito era de suma importancia. Con un ferrito te comprabas un chup, esos marcianos de sabor a remedio que te refrescaban el día.

Juntar 3 ferritos para subir con tranquilidad al micro, era un desafío, porque si subias con tan solo 20 céntimos, tenías que pedirle de favor al cobrador que te lleve por esa suma, ¡choche 20 pues, no seas malito!! moviendo la cabeza hacia un lado para convencerlo a través de gestos (todo valía con tal de llegar a la casa de la abuela y almorzar).

Por eso, cuando uno escucha desde un medio de comunicación, en este caso Radio Programas "RPP" la poca valoración que le dan a algo que muchos en estos momentos no tienen y además, ningunean a un estudiante, hablando tan plácidamente de 10 céntimos o 20 céntimos diarios, causa mucha indignación.

En alguna ocasión, en el mercado he visto comprar una china de patitas de pollo,  un sol de sangrecita y un sol de arroz. En nuestro país, con dos soles y cincuenta céntimos hay personas que prepara el almuerzo y cena de toda una familia. 

No es necesario pertenecer a la comunidad de San Marcos o haber estudiado en la Pontificia Universidad Católica para indignarse y darse cuenta que en el Perú hay diferentes clases sociales, y que la gente que pertenece a la clase más acomodada, despotrica sin ningún tipo de reflexión, sin ningún tipo de empatía por el otro, sin ningún tipo de conciencia sobre la realidad de nuestro país; realidad que nos hace recordar que miles de peruanos no tienen agua potable, pistas, parques, seguridad, educación.

En la lucha por la derogatoria de la ley pulpin, varios compañeros que tenemos un trabajo estable (gracias a estar sindicalizado) o percibimos un salario por encima del mínimo, veíamos como los compañeros estudiantes con los que compartíamos este espacio, no tenían para el pasaje de regreso o ni para la  cena, obviamente varios respondíamos por ellos, porque también lo hemos pasado y por una cuestión de solidaridad. Pero algo muy aleccionador en esta etapa, fue toparnos con esta realidad que deben afrontan miles estudiantes a nivel nacional.

El valor de un ferrito  o de una china debería ser un curso obligatorio para aquellos que hoy perciben decenas de miles de soles mensuales, y que creen que 10 céntimos es algo insignificante.

Todo no puede ser gratis dicen los críticos, tienen que aprender a ganarse las cosas, y eso puede ser cierto hasta cierto punto, y en ese sentido ¿por qué no iniciar programas de alfabetización a nivel nacional? ¿por qué no promover programas de orientación sobre derechos y deberes dirigidos a la sociedad? o ¿por qué no capacitar a todos aquellos que desean ingresar a la universidad, pero no tienen la capacidad económica para pagar una academia pre universitaria? En estos programas participarían los estudiantes como una forma de ser condescendientes por la gratuidad de la enseñanza.

Luchar por la gratuidad de la enseñanza en las universidades, en los colegios escolares, en los nidos, es un deber que debemos promover en las miles de personas que han vivido o viven las inclemencias de no tener ese ferrito o esa china que desde la tele o radio hoy vapulean.

Mi solidaridad con los estudiantes y trabajadores de San Marcos



Escrito por

Walter Diaz de la Vega

Padre, hijo, hermano, técnico, sindicalista.


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