La pandemia del coronavirus reveló el abuso que cometen los privados en los servicios públicos de nuestro país, y en toda Latinoamérica. Nadie lo podrá negar.

Las corporaciones privadas que manejan la salud de los peruanos se aprovecharon de la pandemia para incrementar sus ganancias, elevando los costos de atención en sus clínicas y productos que pasaban por sus manos, entre ellos los medicamentos. Por su parte, los privados que manejan la energía incrementaron las tarifas de forma escandalosa.

Las transnacionales que manejan las telecomunicaciones no redujeron ni un ápice sus tarifas, tan solo cedieron en refinanciar las deudas, y si no lo hacías, no te cortaban el servicio, pero te dejaban en los niveles más bajos de conectividad.

Ni que decir de quienes manejan las pensiones: las AFP no dejaron de cobrar sus comisiones, y en medio de la crisis, incrementaron su margen de ganancias. Los colegios y universidades privadas no se quedaron atrás, pretendían seguir cobrando el mismo monto que cobraban por clases presenciales. Cero en consideración.

Además, se comprobó que miles de trabajadores que soportan estos servicios públicos, — en su mayoría los tercerizados — poseen pésimas condiciones laborales. La pandemia nos demostró que los servicios públicos esenciales ya no pueden continuar en manos privadas, lo público tiene que estar en manos públicas.

Por eso, este 07 de Octubre del 2020, día en el que se conmemora la Jornada de Trabajo Decente a nivel mundial, la Confederación Sindical de las Américas ha propuesto que los sindicatos se organicen por la defensa de servicios públicos de calidad y enfrentar la privatización de los servicios públicos.

Es impostergable que todas y todos accedamos a servicios públicos esenciales de calidad, y eso no lo podremos obtener, mientras las corporaciones privadas en colusión con los gobiernos de turno, continúen manejando a su antojo lo servicios públicos.

Hoy más que nunca, se convierte en una necesidad, planificar y trabajar para que los servicios públicos se encuentren en manos públicas.